martes, 25 de enero de 2011

Breve Historia Chorra sobre Alcohol y Frustración Sexual con Final Anodino

Aquí me encuentro, tirado en esta butaca de bar escuchando la chapa infernal de este tío que no para de hablar sobre que si hay que vivir la vida a tope, que si patatín, que si patatán, que si el otro día iba con la moto y estuve a punto de morir aplastado bajo las ruedas de un camión y eso me hizo ver la vida con otros ojos, que si fue la hostia, que si he dejado a mi piva y ahora follo con mazo de tías... decido pedir otro copazo a ver si la mierda que me está soltando el menda este se me hace más llevadera. Lo cierto es que me tiene hasta los huevos, así que decido que ya está bien y le mando a tomar por culo. Me bebo de un trago mi copa recién servida y me largo del bareto, me doy cuenta de que voy bastante borracho porque caigo en que me he olvidado de pagar las copas y me la pela, que se encargue de ello el follador tocahuevos. Debe ser la una de la noche o así, y la calle está petada de peña que está de fiesta, rebotando de garito infame en garito infame. Me meto en uno en el que suena música ochentera y me apalanco en la barra. Consigo un copazo y me pongo a observar a la gente... a las pibas. Caigo en la cuenta de que no me masturbo desde hace por lo menos una semana y estoy más salido que el pico de un quesito. Una piva morena con minifalda y medias negras llama poderosamente mi atención. Su pelo parece gozar de una suavidad sobrenatural, imagino su tacto, su olor. La estoy mirando fijamente mientras consumo mi copa en sorbos pequeños. Empiezo a imaginarme al payaso vividor entrando por la puerta. Le veo en mi mente acercándose a la morena, acariciándole el rostro mientras le susurra algo al oído, ella sonríe y le responde... vuelvo a la realidad, al frío de la barra, a mi copa en la mano, caigo en que estoy bastante mareado, todo empieza a girar y tengo náuseas. Pienso, pienso. Pienso en un lugar en el que me gustaría estar ahora, lejos de todo. En una isla paradisíaca o algo así, tumbado en una hamaca junto a un lago con cascada, a la sombra de frondosos árboles tropicales. La morena de la minifalda está allí, nadando desnuda en el lago de aguas cristalinas, el aire es limpio y tan solo se escucha el sonido del agua y el canto de algún ave en la lejanía, mientras me quedo dormido. Me doy cuenta de que estoy a punto de caer desmayado en el suelo de este garito. Dejo mi copa y salgo a la calle. Busco un taxi que me lleve a casa. Mañana será otro día.

1 comentario:

Little Marta dijo...

Me gustan tus relatitos pako, jeje. Me traen recuerdos de aquellos momentos viajeros en los que leiamos en voz alta al tio este, bukowski?? Tienes un algo, explotalo!

bss :)