viernes, 26 de junio de 2009

Alberto Es un Triunfador

Alberto es un triunfador. A sus veintitantos trabaja en una compañía prestigiosa, viste traje y lleva el pelo engominado de punta y una perpetua sonrisa de autosuficiencia en sus labios cuando comenta con sus compañeros de oficina la calidad del culo de la tía con la que se ha cruzado en el metro.
Alberto tiene una novia pija y tonta de la que obtiene prestigio social entre sus amigos y familiares. A cambio, ella obtiene alguien a quien explotar psicológicamente a cambio de sexo. Ella cree que Alberto se desvive por complacerla en todo y que lo tiene en la palma de la mano, cuando en realidad él la engaña permanentemente con cualquier tía lo bastante corta de miras y con el suficiente poco amor propio como para liarse con él. A Alberto no le cuesta mucho encontrar chicas así y solo necesita un poco de interpretación para conseguir lo que quiere de ellas. Por supuesto, las chicas son plenamente conscientes de ello y también interpretan su papel. No es más que un juego y tod@s juegan.
Alberto tiene unos amigos con los que interpreta el papel de sinvergüenza machista cuando se reúnen en el bar de turno. Cuando no hablan de lo tontas que son las tías a las que se follan, comentan con vehemencia las novedades del mercado de fichajes de la Liga.
Alberto tiene unos padres orgullosos que piensan que su hijo es la mejor persona del mundo porque va a trabajar en traje y tiene una novia mona.
A Alberto no le importa nadie salvo sí mismo y es feliz.
Alberto es un triunfador.

jueves, 25 de junio de 2009

Paseo Nocturno

Esta noche no he podido evitar la tentación. Necesitaba respirar aire libre. Notaba un suave pero persistente palpitar en mi cabeza debido a la cerveza ingerida durante toda la tarde. He cogido el ipod y he salido de casa. Me he puesto el último álbum de Placebo y he caminado en silencio hasta la carretera, cruzando el pequeño parque que linda con la autopista hasta un banco oculto de la luz mortecina de las farolas. Me he sentado mientras la brisa nocturna acariciaba mi rostro, observando el resplandor incesante de los faros de los coches que atravesaban velozmente el asfalto al otro lado la valla metálica. En mi cabeza había una extraña mezcolanza de pensamientos. De repente me sentí muy cansado, así que regresé atravesando las calles en obras, atrapado entre las fachadas y las vallas… no recuerdo nada más.

miércoles, 24 de junio de 2009

De Lágrimas y Modus Vivendi

Aunque apenas me haya dado cuenta de ello, mi vida ha cambiado. Uno podría pensar que el cambio de domicilio hacia la independencia ha debido suponer una variación radical en mi modus vivendi. No obstante, son los pequeños detalles los que me han hecho percibir el cambio, porque considero que, en lo fundamental, mi vida no ha cambiado tanto.
Uno de los detalles asociados a mi nueva situación ha sido el cambio en la elección del medio de transponte utilizado a diario para desplazarme al trabajo; básicamente he sustituido el autobús por el tren como medio de enlazar con el metro, así que ahora cada día paso por la estación de Getafe Centro para pillar la C-4 con dirección a Villaverde Alto (la semana que viene ya iré directo a Sol, ¡yuju!) y al pasar por la entrada de la estación me agencio un par de diarios gratuitos. Hoy he llegado al curro a menos cinco y he aprovechado para leer la columna que siempre cierra el ADN (en la de ayer, por cierto, citaban a Irvine Welsh) y me ha gustado tanto, que la he recortado y me la he guardado en la cartera. La columna hablaba de las lágrimas. De su función de humedecer la tierra baldía del alma, para que germinen nuevos brotes de esperanza... desde luego, es innegable que las lágrimas tienen cierta función liberadora, puede que a algunos les parezca un signo de debilidad, de derrota ante los avatares de la existencia. No lo sé, yo creo que las lágrimas pueden reconfortar en un momento dado y ser un buen método para purificar los males y tratar de recuperar la fuerza para afrontar los problemas por nosotros mismos cuando el mundo se desmorona a nuestro alrededor: "Sólo estamos solos cuando nos abandonamos a nosotros mismos" concluye la columna.
Supongo que una buena manera de no abandonarse a uno mismo consiste en adaptarse a los cambios y en tomar las decisiones más convenientes, venciendo miedos, asumiendo las circunstancias y soltando alguna lagrimilla... de vez en cuando.

martes, 23 de junio de 2009

Tiempo: La Maldición del Replicante

"Time... what is time?", así reza el estribillo de un tema de Blind Guardian. Es un habitual de la banda alemana inspirarse en obras literarias al componer sus canciones. En este caso, Hansi Kürsch -vocalista y compositor de BG- se basó en la película Blade Runner de Ridley Scott. Es importante aclarar que la canción está inspirada en la película y no en el libro de Phillip K. Dick "¿Sueñan los Androides con Ovejas Eléctricas?" que a su vez inspiró el film, y es que los contenidos y la carga filosófica de ambas obras difieren notablemente, hasta el punto de que se dice que el propio Scott ni siquiera había leído la novela de Dick cuando se llevó a cabo el rodaje de la película. Por lo tanto, yo prefiero considerar la película y la novela como obras totalmente diferenciadas.
Algunos de los conceptos filosóficos de la cinta de Scott pueden verse resumidos en la mencionada canción de Bilnd Guardian; los seres llamados replicantes son androides de aspecto totalmente humano, y sus capacidades han llegado a superar a las de sus creadores, incluyendo sus aptitudes intelectuales. No obstante, los replicantes cuentan con un sistema de seguridad para evitar que se revelen contra sus diseñadores humanos: Una longevidad limitada, una "fecha de caducidad", que es ignorada por los propios androides. Otra herramienta de control integrada en el diseño de los replicantes consiste en la introducción de recuerdos, es decir, los androides ignoran su verdadera naturaleza artificial, ya que tienen recuerdos de su infancia y juventud, y por lo tanto, se consideran a sí mismos como humanos a todos los efectos. El problema se produce cuando descubren la amarga realidad ("Time what is time/Unlock the door/And see the truth"). El concepto de tiempo cumple por lo tanto una doble función en la estructura filosófica puesta de manifiesto por Hansi Kürsch en su canción. Por un lado, tenemos la cuestión del tiempo de vida limitado del que gozan los replicantes. Esta fecha de caducidad podría considerarse como una alegoría de la propia mortalidad del hombre. El destino tiene reservada una fecha de caducidad para todo ser humano, la diferencia estriba en que el destino no está establecido de antemano, al contrario de la fecha en la que los replicantes dejarán de existir, perdiéndose "como lágrimas en la lluvia".
La otra característica del tiempo reflejada en la letra de la canción es la que se refiere al pasado. Los recuerdos introducidos artificialmente en las áreas del subconsciente de los replicantes tienen la complejidad de los recuerdos de cualquier ser humano. Recuerdos de tiempo, un tiempo que jamás transcurrió, pero al cual se aferran pese a ser conscientes de su falsedad, de que se trata tan solo de fotografías trucadas… "I know it's all a lie/I'll remember the past life/And I'll remember time...".

jueves, 4 de junio de 2009

¿Pero qué...?

Hoy cuando he llegado al andén de Legazpi, he flipado al comprobar que en los paneles de información podía leerse: "Próximo tren en 9 minutos". ¡9 minutos! ¿pero qué coño...? con la tontería he llegado tarde, claro.