miércoles, 29 de octubre de 2008

Sensibilidad Alcohólica

Aunque el sentir general de la sociedad no se muestre de acuerdo, las mañanas de resaca pueden dar mucho de sí. Ese dolor de cabeza, esa boca seca, esa cara de muerto en descomposición, pueden transformarse en daños colaterales sin importancia si pensamos en los beneficios que obtenemos de este estado. Los restos de alcohol que aún no han sido debidamente eliminados por nuestro organismo, provocan efectos positivos similares a cuando estamos to chuzos (sí, también se desprenden cosas positivas de estar tomoco) como el poder concentrar la mente, si es que es posible hacer esto por encima del dolor de cabeza.
Hace algún tiempo, en una mañana después de una buena juerga, me tocaba jugar un partido de básquet con mis colegas los níguers y curiosamente aquel día, gracias a la resacaza que llevaba, mi juego gozó de una clarividencia bestial, además de venir acompañada de un porcentaje en tiros de 3 inusualmente alto.
Otra cosa curiosa que a mí particularmente me provocan las resacas es que me vuelvo extremadamente sensible... a punto estoy de que lagrimones resbalen por mis mejillas cuando escucho una noticia triste en el telediario (o con noticias triviales como la retirada de un deportista, eso me toca de un modo extrañamente fuerte, verle ahí llorando en la sala de prensa... con la de cosas fuertes que suceden en el mundo) o cuando escucho una canción de esas en las que te entra la congoja, como Cancer de MCR; quien no se emocione con ese tema es que no tiene alma o es un tipo muy muy duro (aunque otra posibilidad es que yo sea un tipo demasiado blando). Sobre todo cuando dice lo de "cause the hardest part of this is leaving you..." joder, eso es muy fuerte.

Os dejo con el mencionado tema con letra y todo (no apto para sujetos que presenten tendencias autolíticas ni para CF, que ya sé lo que va a decir...).

lunes, 27 de octubre de 2008

Día 163. Thursday Morning.

"Joder, es imposible. No hay forma humana de que pueda salir de la cama esta mañana, esta madrugada más bien; en invierno deberíamos entrar a currar una hora más tarde para por lo menos ver algo de luz natural al salir a la calle y no la fría oscuridad que te congela el alma cuando sales de casa.
Por obra y gracia de alguna voluntad ajena a mi dimensión mental, levanto las mantas y salgo al frío del mundo real. Joder, qué tarde es, voy a llegar súper tarde, bueno, mantengamos la calma. Necesito saber cómo quedó ayer el atleti para ver si tengo que vacilar a mi compa colchonero. Ayer estuve toda la tarde viciao al Spore y al puto Pro y me olvidé de que había Champions. Miro el teletexto. Empate a uno, bueno, no es mal resultado.
Me voy a la ducha, pongo el agua caliente a tope y me paso bajo la alcachofa bastante más tiempo del que debería. Tener que cerrar el grifo es solo comparable a levantarse de la cama en una fría mañana de invierno o abandonar la placenta materna.
Una vez en el autobús, me calzo los auriculares y pongo el Tragic Kingdom de No Doubt, uno de los cuatro grupos que junto a Garbage, The Cranberries y Red Hot Chili Peppers completa la "Tetralogía Pod", llamada así por la cantidad de horas que pasé escuchando a estos grupos mientras bebía cientos de latas de Pepsi y jugaba al ordena, sobre todo al Pod, un magnífico juego de carreras de coches futuristas. La "Tetralogía Pod" se encaja en mi vida musicalmente hablando entre Pancho Céspedes y el Power Metal Europeo, una etapa crucial en mi evolución tanto en lo que se refiere a gustos musicales como en otras muchas cosas, pero eso es otra historia.
El caso es que en el trayecto hasta Plaza Elíptica voy bastante buenrollado con esta alegre musiquilla. Al pasar por la parada del Arcelor o como se llame, caigo en que el cielo comienza a clarear levemente, debe de ser tardísimo. La silueta de los árboles se recorta sobre el horizonte de color ocre mientras reflexiono sobre mis movidas... [...]
Cuando al fin llego a Plaza Elíptica cojo el metro, saco el libro y me pongo con el amigo Irvine ["Si no puedes conseguir un polvo en este sitio, más vale que te retires", reflexiona Sick Boy, meneando la cabeza suavemente en sintonía con la música. Sick Boy puede permitirse especular imparcialmente, hablando, como generalmente hace en tales ocasiones, desde una posición de fuerza. Oscuros círculos bajo sus ojos atestiguan que acaba de pasar la mayor parte del día follándose a dos americanas en...] tengo que tener cuidado porque esta semana ya me he pasado dos veces de parada mientras voy leyendo.
Cuando llego a Legazpi salgo del vagón y camino alegremente con dirección al andén de la línea 3, cuando de pronto, un pavo me adelanta corriendo y le quita el bolso a la mujer que tengo justo delante, la cual se pone a gritar mientras el caco se da a la fuga. Yo salgo como un resorte detrás del menda, no puedo permitir semejante ultraje delante de mis narices. El tío va dando empellones a todo aquel con el que se cruza en su alocada carrera por los anchos pasillos de la estación. El pavo está en forma, pero contra mis aptitudes de velocista no tiene nada que hacer. Cuando estoy a punto de cogerle le grito a su espalda: "¡no corres lo suficiente!" y le doy una patada que hace que pierda el equilibrio y caiga de bruces contra el duro y pulido suelo de baldosas. El bolso de la señora sale despedido y el tío se levanta algo jodido y vuelve a salir corriendo, aunque esta vez sin su preciado botín, el cual recojo del suelo resollando por el esfuerzo, para después devolvérselo a su legítima propietaria unos instantes después.
Al subir al tren de la línea 3 en dirección a mi curro voy un poco jodido por el sobreesfuerzo. Tengo que hacer más ejercicio.
Salgo a la superficie en Ventura Rodríguez y tomo una profunda bocanada de aire, me encanta ese momento, ese pequeño tramo entre el metro y la puerta del trabajo, caminando en paz, observando el cielo sobre el parque del Templo de Debod.
Cuando llego al curro, compruebo por la máquina de fichar que llego casi media [...]"

Interesante directo del Sanday Mornig de No Doubt. Saludos.

viernes, 24 de octubre de 2008

Resaca

Perdemos el tiempo todos los días.
Deberíamos hacer más el amor y no perder tanto el tiempo.

La muerte acecha.

martes, 21 de octubre de 2008

"It was only a kiss..."

Es curioso cómo algunas canciones pueden jugar con las emociones, retorcer los estados de ánimo a discreción del artista (qué cabrones aquellos que pueden hacer eso) hasta el punto de que a veces pueden contar una historia super deprimente de tal modo que nos produzca el efecto contrario.
Un ejemplo de esto es el super temazo Mr. Brightside de The Killers del magnífico álbum Hot Fuss.
A mí este tema me produce un subidón y buenrollismo tremendos, me pongo a segregar endorfinas como un puto jefe.
No obstante, si prestamos atención a la letra, nos encontramos con un descarnado relato de celos y paranoia, un mal rollo total, chavales.
El tema nos cuenta la historia de un tipo que se encuentra en una situación desesperada, ya que la tía que le mola al parecer está con otro menda, y no hace más que imaginárselos juntos, en la cama y eso, ya me entendéis.
Sin embargo, esta situación llena de tensión y malrollismo, se convierte, por obra y gracia del arte y sus complicados mecanismos emocionales, en un canto al amor más puro y sincero, en una oda a los sentimientos más bellos y visceralmente humanos, en definitiva, en una puta obra maestra. Uno casi desea ponerse en la piel de nuestro desgraciado héroe desamparado, joder.
Da la sensación de que el corazón se te va a salir por la boca con ese desesperado "I never" del final.
Por supuesto esto se consigue con una música sencillamente sublime.
Yo me enganché con este tema desde la primera vez que lo escuché. Uno de esos que calan hondo y que marcan una época en tu vida.

Para colmo el vídeo es una gozada para la vista.

Dedicado a aquellos capaces de emocionarse al observar la belleza de los sonidos...

Ver vídeo.

viernes, 10 de octubre de 2008

Las Crónicas del Pájaro Gris. Episodio I: Un Mal Presentimiento.

"Aki observaba las danzantes líneas del hiperespacio a través del ventanuco de su camarote a bordo del Pájaro Gris. Le gustaba recluirse en privado durante los viajes. Era entonces cuando tenía tiempo para pensar, para reflexionar sobre lo que él definía como "las cosas importantes de la vida", cosas al margen de las misiones, al margen del Imperio… al margen de esta maldita guerra.
Al ver que la compuerta de su camarote ascendía con un sordo sonido hidráulico, su expresión pasó de la profunda reflexión al gesto severo que solía exhibir ante sus subordinados e iguales dentro de la jerarquía de la Alianza. La pequeña figura de su fiel androide astromecánico apareció por el umbral con un chirriar de ruedas.
-Capitán Torres- inquirió el robot con un matiz de urgencia en su voz metálica -tal y como me ordenó, le anuncio que restan dos horas para llegar al área de influencia del sistema Nar Noxis.
Aki se incorporó en seguida -gracias Wally, buen trabajo- dijo con una sonrisa de cordialidad.
Atravesó con precipitación el pasillo contiguo hasta llegar a la sala principal del Pájaro, donde se encontró de frente con la discusión que estaban manteniendo dos de los otros tres miembros de la tripulación. Prodipo, un tipo de carácter altanero, alto, moreno, de ojos oscuros como la inmensidad del espacio, tomaba la palabra en el momento en que Aki aparecía por la compuerta:
-Sí, sí, sí, ¿me vas a decir que en la academia te llamaban Relda "Aperitivo" Calter por tus habilidades de pilotaje? ¡venga ya!.
-Escucha,- Relda apretaba su puño derecho y clavaba sus ojos claros y enfurecidos en Prodipo- especie amorfa de rata wonk...
-Por favor, camaradas -interrumpió Aki- vuestras discusiones me divertían al principio, pero ya empiezan a convertirse en la causa principal de mis dolores de cabeza-. A continuación se acercó a la consola de la computadora de navegación, mientras Prodipo se giraba hacia él diciendo en tono burlón:-a sus órdenes capitán- mientras hacía entrechocar los talones en un teatral saludo militar.
Relda se dejó caer en uno de los sillones que rodeaban la holomesa que dominaba el centro de la sala.
En un rincón, casi imperceptible para el resto de sus compañeros, se encontraba el quinto miembro del comando. Xatugh Rundesert estaba sentado en el suelo, con los ojos cerrados en su habitual postura de concentración jedi. De improviso salió de su estado de trance: -tengo un mal presentimiento- dijo levantándose de pronto y acariciando el mango de su sable láser.
Relda giró su esbelto cuello en la dirección del joven padawan sin disimular su desgana -estamos navegando en el hiperespacio, no creo que eso vaya a ayudarte mucho en caso de que nos estrellemos- dijo observando el arma jedi que asumaba bajo la túnica negra.
Justo al pronunciar la última palabra se produjo una violenta sacudida en la cabina provocando que todos, exceptuando a Wally, pierdieran el equilibrio.
Tras unos segundos, Aki Torres se recuperó del golpe y se incorporó, mirando con expresión extraña por la ventana del muro de la sala, donde se divisaba un mar de estrellas con un fondo tan negro como los ojos de Prodipo -¡HEMOS SALIDO DEL HIPERESPACIO!- gritó mientras se precipitaba hacia la carlinga, seguido por Relda, que meneaba la cabeza con incredulidad -¡no puede ser, aún queda un buen rato para llegar a Nar Noxis!.
-Lo único seguro es que la nave ha reducido su velocidad drásticamente, muñeca- dijo Prodipo socarronamente, llegando en tercer lugar a la carlinga, donde Aki y Relda ya habían ocupado sus puestos a los mandos de la nave.
El sónar comenzó a parpadear acompañado de un pitido.
-No estamos solos- intervino Aki mientras comprobaba las lecturas del radar.
La voz de Xatugh resonó en la carlinga como la de un fantasma: -Algo nos ha interceptado y ahora viene a por nosotros.
Relda, desde el asiento del copiloto, tecleaba frenéticamente en su consola, para finalmente levantar la vista y señalar hacia el espacio, donde se comenzaba a distinguir la silueta de una nave con forma de flecha -Ahí tienes tu "algo" Rundesert- dijo con voz gélida -deben de haber utilizado algún tipo de pozo gravitacional.
Prodipo echó una mirada de soslayo al jóven jedi -siempre dije que tenías "un algo", amigo.
-Es un crucero Interdictor imperial- dijo Aki tratando de disimular su tensión -es lo que nos ha hecho salir del hiperespacio.
-¡Nuevas lecturas, capitán!- Relda volvía a examinar su consola, mientras el pitido del sónar se hacía cada vez más agudo -¡vienen cazas!
Aki se tensionó en su asiento -¡todos a sus puestos!- ordenó con aire sombrío."

Continuará...

Quisiera dedicar este primer episodio a las tres personas que crearon algunos de los personajes que aparecen en la historia (he modificado a alguno y tal... espero que no os importe) y a todos los que en alguna ocasión han copartido mesa conmigo en alguna loca aventura rolera, ya sea por el espacio, la Tierra-Media o algún otro universo imaginario.

Gracias a mi hermana (otra vez) por introducirme por vez primera en La Galaxia Muy Muy Lejana.

Y agradecimiento especial a George Lucas (je,je).

martes, 7 de octubre de 2008

Historia anodina de cómo dejé vivir a un mosquito enorme

"Hay un mosquito enorme en la rejilla frontal de mi ordenador (es una torre de sobremesa sobre la que se encuentra el monitor). Mis compañeros parlotean a media voz pero no puedo prestarles atención alguna. Todos mis sentidos se centran en este gargantuesco insecto volador que busca el calor de mi ordenador personal. ¡Un mosquito enorme en pleno mes de octubre! debe de ser el último superviviente del puto verano, este tío es un supermosquito. A saber de cuántas víctimas ha chupado sus jugos vitales este pequeño hijo de puta (lo de pequeño por decir algo). ¡Joder! ¡se ha pirado, se ha puesto a volar y lo he perdido de vista! Como he podido ser tan idiota, joder. Comienza la paranoia. Empieza a picarme todo el cuerpo, oigo un zumbido persistente por todos lados... no, ya desaparece, se ha ido..."



Dedicado a todos aquellos que respeten la vida por encima de los sufrimientos que provocan los picotazos de los mosquitos. Saludos.

lunes, 6 de octubre de 2008

Jornada Intensiva

"Hoy he dormido más que nunca... me acosté pronto, como a las diez. Me he despertado a las seis y he estado dando vueltas bajo la manta hasta que me he levantado a ducharme.

Cuando he salido a la calle, el frío me a golpeado por sorpresa... he caminado en la oscuridad hasta llegar a la parada del bus y me he situado al final de la cola que agurdaba en silencio. El leve susurro de la fuente que hay junto a la parada cortaba el aire frío en la noche agonizante. Mi cabeza siguía dándole vueltas.



Las decisiones son así. Estamos condenados a elegir porque no hacer nada también constituye una elección y habitualmente la peor de todas.

Una canción resonaba en mi cabeza muentras subía al 42, y al sentarme junto a la ventana...

Llegué al trabajo, me senté en mi mesa, encendí el ordenador... qué duro resulta a veces desconectar de los pensamientos para regresar a la realidad... hecho un pequeño esfuerzo, el cerebro se amolda sin aparente dificultad a la nueva sitación. Aunque siempre quedan resquicios en los que se cuelan sonidos, imágenes, sensaciones. Momentos en los que la ansiedad y la paciencia se disputan la supremacía, el monopolio de las emociones.

Sobre las 15:35 he cogido el bus de vuelta. El paisaje hoy me resulta familiar pero extraño. Algo ha cambiado."

Unintended de Muse.