sábado, 21 de junio de 2008

En la noche de los tiempos

"La luna. Llevo un par de noches abservándola. Está particularmente hermosa estos días, cuando parece que el calor se instala por fin de manera definitiva en nuestras noches. Ayer estaba tan hermosa que le hice una foto con el móvil, aunque en la imagen resultante tan solo aparece un punto brillante en el horizonte.



Últimamente estoy leyendo un relato de H. P. Lovecraft, y en un pasaje habla de la sensación sobrenatural de la luz de la luna. Es curioso, pero sólo recuerdo un par de ocasiones en las que he contemplado este efecto. Aquí en la urbe es imposible apreciar el resplandor mágico de la luna.
Recuerdo una noche en el pueblo de mi padre, en Cáceres. Una noche en la que no me acosté, cuando tenía 16 años. Recuerdo caminar por las calles desiertas hasta llegar a las afueras, donde sólo había campo, y ver cómo la luz de la luna bañaba el terreno con ese brillo pálido y sobrecogedoramente hermoso. La otra ocasión fue en el cámping de El Escorial, hace unos añicos. Una noche fuimos paseando hasta el extremo del recinto y, detrás de una alambrada, había un terreno cubierto de hierba con varios olivos. Las luces artificiales no llegaban a aquel rincón y la luna proyectaba una luz bellísima sobre la hierba y las hojas y troncos de los olivos. Esa sensación de quietud y la brisa nocturna...
Durante mi niñez estaba más en contacto con la naturaleza, con el cantar de los grillos en la noche, cuando iba a la parcela de mis tíos o al pueblo de mi padre. Ahora, a veces lo echo de menos. Estos días, estos años, mis pensamientos parecen ir en una sola dirección, y empiezo a estar cansado de esperar. Quizá debiera buscar la inspiración en aquello que me motivaba antes, en la noche y en el mudo susurro del viento, pero es complicado."

Hoy voy a poner un tema de Extremo que últimamente no me quito de la cabeza... se lo dedico a todos aquellos que se encuentren en estado de espera.
Nos vemos.