martes, 12 de mayo de 2009

Las Crónicas del Pájaro Gris. Episodio III:Recuerdos de Term-Lar VI

La estrella Term-Lar arrojaba su brillante luz amarilla sobre la pálida superficie del sexto planeta del sistema, una roca polvorienta y olvidada en la inmensidad del espacio. De improviso, una luz centelleante perturbó la tranquilidad del vacío y el Pájaro Gris apareció de la nada, para a continuación alabear a babor, permitiendo que la luz de la estrella bañara el lado derecho del casco, y provocando blancos destellos en las escotillas de estribor.

En el interior de la carlinga, el capitán Torres manejaba con suavidad milimétrica los mandos, trazando una ligera curva a la izquierda y después a la derecha, en dirección a la superficie de Term-Lar VI. A su lado, Relda Calter observaba su consola con su habitual tensión reflejada en el rostro.
-Esta roca es un yermo –dijo en tono ausente- jamás podremos salir de aquí, a no ser que alguien nos encuentre…
-Atrapados en la nada –dijo Prodipo a su espalda.
Xatugh Rundesert observaba en silencio y con gesto impasible desde la parte trasera de la cabina, mientras Aki desviaba momentáneamente su atención de los mandos para dirigirla a sus compañeros.
-Mejor atrapados aquí, que hechos pedazos –dijo tratando de transmitir empaque tranquilizador a sus palabras, pero fracasando a juzgar por la expresión aún tensa de Relda- además, puede que no esté todo perdido. Conozco algunas cosas sobre este planeta, y es posible que podamos encontrar algo de utilidad ahí abajo.
Volvió de nuevo a centrar sus sentidos en la navegación y prosiguió:
-Este sistema fue un importante puerto en tiempos de la Antigua República…
-¿esto? –interrumpió Prodipo con su habitual desdén- debes estar de broma.
-De hecho –continuó Aki, sin inmutarse- se convirtió en parada casi obligatoria para las naves que realizaban la Ruta Mareckeana, un itinerario comercial muy utilizado en tiempos, aunque ya suprimido de las cartas de navegación.
-¿Qué pasó? –preguntó Relda, levantando al fin sus ojos de la consola y dirigiendo una mirada intensa hacia su capitán.
Aki dudó un instante en responder y fue Xatugh el primero en hablar:
-La muerte… -su voz grave y bien modulada pareció retumbar en la carlinga y en los tímpanos de los presentes. Tras unos segundos, Aki tragó saliba.
-Es algo que no se sabe a ciencia cierta. –continuó el capitán- Los archivos hablan de una epidemia, una especie de agente infeccioso que se transmitía por el aire, y que terminó en pocas semanas con la vida de la práctica totalidad de la población del planeta.
Prodipo dejó que se dibujara una extraña expresión en su rostro.
-Ah bueno –dijo con su boca torcida en una mueca teatral- si solo es eso, no se me ocurre otro lugar donde podamos estar mejor, será como unas vacaciones, eh Relda ¿Qué te parece?, nuestro capitán ya se ha vuelto completamente loco… sí, seguro que es mucho mejor morir lentamente de una bonita infección súper contagiosa que hecho pedazos por el láser de un crucero imperial…
Aki miró con forzada dureza al tahur.
-No tenemos alternativa, Prodipo –dijo mientras una gota de sudor descendía por su frente- el hiperimpulsor está dañado y no podremos realizar más saltos hasta que esté reparado… además ya he pensado en ello; nosotros nos quedaremos en la nave y mandaremos a Wally para que realice un reconocimiento de la zona en busca de algo que pueda servirnos de ayuda…
-Yo acompañaré al androide –la voz de Xatugh irrumpió de nuevo en la sala- si esa historia es cierta y ese agente infeccioso continúa en el planeta, no me afectará.
Tras decir estas palabras, el joven Jedi giró sobre sus talones y se perdió en el interior de la nave. Prodipo se dejó caer en su asiento.
-Desde luego, no seré yo el que le lave la ropa cuando regrese del “reconocimiento”. –dijo con una media sonrisa.

La nave continuó su lento descenso y los tres miembros de la tripulación que quedaban en la cabina pudieron distinguir unas estructuras informes de lo que debió ser una importante urbe, ahora prácticamente irreconocible por el paso del tiempo y por el lento pero incesante efecto de la erosión. Una fina capa de polvo grisáceo parecía cubrir toda la superficie planetaria y la totalidad de las estructuras, dando al conjunto un aspecto fantasmagórico, más pronunciado si cabe a causa de la pálida luz del sol, tan brillante desde el espacio, y ahora tan tenue al ser filtrada por la pesada atmósfera, que cubría con una aparentemente fina capa de nubes la totalidad del planeta, sin dejar un solo claro. La nave recorrió unos kilómetros atravesando la ciudad abandonada, cuyas estructuras componían un grotesco espectáculo de edificios bajos derruidos por el total abandono y de otros más altos, igualmente cubiertos por el polvo y por el olvido.
Unos instantes después, el Pájaro inició el aterrizaje en lo que debió de ser el angar de un concurrido puerto espacial, provocando una espesa nube de polvo, barrida al instante por una repentina racha de viento que silvó tristemente entre los escombros.

Continuará...

5 comentarios:

CobolFreak dijo...

Los chicos del pajaro gris esta vez si que se han metido en una buena. Menos mal que el bueno de Xatugh se sacrificara por el grupo una vez mas.

Tahur dijo...

eso es mientras prodipo les sacara todos los creditos jugando al poker... o toda la ropa juajuajua

Topito dijo...

Ese Prodipo es un cachondo, festival del humor el tio.

Vuestro droide se llamaba Wally??
Tios, pedir derechos a Pixar...

sKafandra dijo...

Nuestro Wally es muy anterior a la aparición del de Pixar, que conste.

Topito dijo...

Precisamente...
Ahh, que de dinero perdido por no patentar las ideas...